MAL VINOSO (Rhizoctonia violacea) en alfalfa

Rhizoctonia violacea en alfalfa

Rhizoctonia violacea es un hongo que se encuentra en el suelo. Éste puede permanecer vivo en el mismo durante muchos años, puesto que se alimenta de la materia orgánica que está disponible. Cuando en la parcela se implanta un cultivo, si este es más apetecible para Rhizoctonia violacea, esta lo parasitará, llegando a eliminar el cultivo de la parcela.

Esta enfermedad es conocida comúnmente como el mal vinoso debido a los síntomas que provoca en el cultivo, mediante la coloración vinosa (violacea) que toman sus raices. Probablemente es la enfermedad que más daños causa en los cultivos de alfalfa de la mitad norte de España.

Condiciones para el desarrollo
Aparece generalmente en suelos ácidos y mal drenados. Su desarrollo se ve favorecido por la presencia de temperaturas elevadas y humedad en el suelo.

Síntomas
Rodales de plantas que se tornan amarillos hasta llegar a secarse. Si en el momento en que se está marchitando la planta la arrancamos, se observa que la raíz presenta un color rosáceo y la corteza se despega. Con la lupa podemos ver filamentos algodonosos a modo de telaraña rojiza o violácea en la raíz.

Rhizoctonia violacea en alfalfa

Rhizoctonia violacea en alfalfa

Daños
La enfermedad suele comenzar el primer año de implantación del cultivo en las estaciones de verano y otoño y se va acrecentando conforme pasa el tiempo. Comienza en un punto concreto y poco a poco se va extendiendo a las plantas adyacentes creando rodales concéntricos alrededor de donde ha comenzado la enfermedad. Conforme los círculos van creciendo, se van uniendo unos con otros hasta que crean masas grandes irregulares de cultivo seco.

Control
Al presentar esa alta persistencia en la parcela, es una enfermedad muy difícil e incluso imposible de erradicar. Lo mejor es evitar que se manifieste. Lo más común es la realización de prácticas culturales:

  • – Mejorar la estructura y con ello el drenaje de la parcela, para evitar encharcamientos.
  • – Poner cultivos resistentes.
  • – Rotación de cultivos que no incluya planta vulnerables como espárrago, remolacha, …
  • – Evitar pastoreos intensivos.

 

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