LEGUMINOSAS, el abono verde

leguminosas, el abono verde

Los abonos verdes son plantas de distintos tipos que son cultivadas para ser cortadas e incorporadas (en verde) en el mismo suelo donde han crecido; generalmente durante el período de floración, con el fin de realizar una mejora agronómica. Estos cultivos se sitúan entre calles en las plantaciones de frutales o entre dos cultivos principales en una rotación cuando éstos están distanciados en el tiempo.
En regiones de clima mediterráneo, la siembra de los abonos verdes suele realizarse a inicios del otoño, tras las primeras lluvias y son incorporados al suelo durante la primavera. El objetivo principal es aumentar el contenido de materia orgánica y de nutrientes en el suelo; también su uso busca mejorar su estructura, aumentar la actividad microbiana beneficiosa y proteger la superficie del suelo durante periodos en los que no se cultiva.

¿Qué especies son utilizadas como abonos verdes?

Se pueden utilizar muchas especies vegetales como abonos verdes, pero las tres familias de plantas más utilizadas para éste objetivo son las leguminosas, las crucíferas y las gramíneas; entre estas las más frecuentes son las leguminosas debido a su capacidad para fijar el nitrógeno atmosférico, por asociación simbiótica con las bacterias del género Rhizobium spp. que se encuentran presentes normalmente en los suelos españoles.

¿Por qué es importante el cultivo de leguminosas?

El cultivo de leguminosas como abono verde es muy interesante, ya que, no sólo incorporan al suelo materia orgánica que luego se podrá transformar en nutrientes, sino que también le proporciona nitrógeno, que será asimilable por los cultivos siguientes, uno de los nutrientes más importantes para el desarrollo de las plantas.
Las leguminosas son capaces de convertir el nitrógeno atmosférico en nitrógeno mineral, que puede ser asimiliado por la planta, debido a su asociación simbiótica con unas bacterias denominadas rizobios (Rhizobium spp). Estas bacterias forman unos nódulos en la raíz de la leguminosa, que es donde se lleva a cabo la fijación del nitrógeno atmosférico. A través de estos nódulos las bacterias traspasan el nitrógeno a las leguminosas y estas proporcionan nutrientes a las bacterias.

Como observación, es conveniente extraer de vez en cuando alguna raíz de la leguminosa para cerciorarse que tienen nódulos. También hay que observar el color del interior de estos nódulos, que deberá ser rojo o rosa cuando están realizando la fijación de nitrógeno de forma efectiva.

nódulos leguminosasDisección de un nódulo para la observación del color interior

Un dato a tener en cuenta, es que no es aconsejable la administración de abono nitrogenado a este tipo de cultivos, ya que la presencia de nitrógeno mineral en el suelo, principalmente nitratos, perjudica en la formación de nódulos y con ello a la fijación de nitrógeno del aire, causando un rápido envejecimiento de los nódulos ya formados. Esto ocurre porque la planta al encontrarse en el suelo con nitrógeno suficiente para su desarrollo, no realizará adecuadamente la simbiosis con la bacteria para fijar más nitrógeno.

Aprovechamiento de la leguminosa como abono verde.

La biomasa producida por la leguminosa depende de la especie empleada, la fertilidad del suelo, las condiciones climáticas que ha sufrido el cultivo durante su crecimiento y el momento elegido para su corte e incorporación al suelo.
El mejor aprovechamiento de esta biomasa, se logra cuando se permite el crecimiento de la leguminosa hasta llegar a su plena floración; donde la biomasa es más elevada, y todavía no ha habido un desplazamiento de los nutrientes hacia las semillas.  En el momento que empieza a formarse la semilla, todas la reservas de la planta, en especial el nitrógeno, serán destinados a la formación y engorde de la semillas (el grano), motivo que origina la pérdida del aporte nitrogenado al suelo, por ello el corte debe realizarse en plena floración pero siempre antes del cuajado del grano; de este modo todos los nutrientes que se encuentran en la planta van a ser incorporados al suelo y no se van a perder; consiguiendo con el ello el objetivo de una correcta utilización de las leguminosas en nuestra alternativa de cultivos, por su beneficio en la aportación de nitrógeno orgánico al suelo.

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